lunes, 19 de mayo de 2008

Se agudiza contaminación


Deterioro Lago de Atitlán recibe al año miles de metros cúbicos de aguas servidas y desperdicios sólidos.

Por édgar rené sáenz. Sololá

La belleza del Lago de Atitlán se ve empañada con la llegada constante de aguas servidas y basura que producen las comunidades que se hallan a su alrededor.

Marvin Romero Santizo, encargado del Departamento de Aguas y Recursos Naturales de la municipalidad local, mencionó que la subcuenca del río Quiscap, que tiene su desembocadura en el Lago de Atitlán, es una de las más pobladas de Guatemala con 78 mil 472 personas, cuyo 84 por ciento vive en el área rural.

Este porcentaje produce al año cerca de 25 mil toneladas métricas de desperdicios sólidos y dos millones de metros cúbicos de aguas residuales, de las que el 80 por ciento corren a flor de tierra, y el 20 por ciento, por sistemas de drenaje.

Después de considerar la fisiografía de la cuenca, las vertientes y la cobertura forestal, así como la red hidrológica de la subcuenca del afluente Quiscap, se considera que por año casi 190 toneladas métricas de basura ingresan en el espejo lacustre por medio de dicho río, así como más de 287 mil metros cúbicos de aguas residuales.

Investigaciones de Santizo, efectuadas a principios de este año, indican que en las comunidades rurales, asentadas en la subcuenca del río Quiscap, nueve de cada 10 viviendas no cuentan con ningún sistema para manejar y tratar adecuadamente las aguas residuales, lo que afecta significativamente la salud de las personas y las aguas del Lago de Atitlán, con su implacable contaminación.

Víctor Arriaza, director de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Atitlán explicó que estudios elaborados por esa institución registran que el lago recibe mil 719.15 toneladas métricas de basura al año, equivalente al 3.10 del total que se produce dentro de la cuenca.

Agregó que de estas toneladas, mil 356.75 son de basura orgánica, y las restantes 362.40 son de basura inorgánica, cuyos volúmenes suben en la misma proporción en que se incrementa la población.

Arriaza destacó que el impacto negativo de los desechos sólidos en las aguas es la destrucción de los nichos ecológicos acuáticos (peces, crustáceos y aves), entre otros.

José Lavarreda, de la Comisión de Desarrollo Sostenible del Consejo de Desarrollo Urbano y Rural Departamental, refirió que el agua del área central del lago, a una profundidad de 10 metros, es apta para el consumo humano.

Apoyo

Argumentó que lo anterior es debido a que el volumen de agua que tiene el lago es mucho mayor que la contaminación que ingresa. “No debemos esperar que suceda lo contrario, por eso es necesaria la participación de todas las instituciones, pero especialmente del sector educativo, a fin de formar una sociedad ecológicamente bien cimentada”.

Plantas de tratamiento

Luego de la tormenta Stan, se agudizó el problema de contaminación en los ríos San Francisco y Quiscap, porque destruyó las plantas de tratamiento de aguas servidas de Panajachel y la de Santa Cruz La Laguna.

Pide cuidar lago

Gerardo Higuero Miranda, alcalde de Panajachel, manifestó: “Todos debemos cuidar nuestro lago. El Concejo ha priorizado los proyectos de medioambiente y salubridad, por lo que el más contundente es el que se refiere a la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales, la cual evitará el problema actual”.

El funcionario detalló que 10 de los 15 municipios, que se encuentran dentro de la cuenca del Lago de Atitlán, descargan sus aguas residuales directamente en el lago, ya sea por sistema de drenaje o escurrimiento superficial, sin ningún tratamiento previo.

Expresó que, según un estudio, se calcula que cerca de 373 mujeres lavan ropa, para lo que utilizan las playas del lago diariamente, y como resultado de esto sus aguas reciben 11 mil 294.14 kilogramos de jabón en polvo (detergente) al año.

Explicó que también se ha podido comprobar que la contaminación por fósforo degrada en forma acelerada el agua del lago, principalmente de aquellas zonas con poca circulación, como las bahías de San Lucas Tolimán y Santiago Atitlán. FUENTE. Prensa Libre.